Ruta del Ebro GR-99

Empezamos una nueva ruta!

Salimos un viernes por la noche de Barcelona-Sants en autobús hacía Cantabria, más exactamente, a Santander. Embalamos las bicicletas para que entraran bien en el autobús, el equipaje bien cerrado y pasamos la noche en el autocar, camino hacia una nueva aventura. Esta vez la ruta va de Reinosa a Amposta, unos 800 km!

Llegamos a eso d las 7:30 de la mañana, montamos las bicis y nos ponemos en marcha para buscar un bar que nos sirvan el desayuno. Nos pareció increíble pero encontrar un sitio que estuviera abierto un sábado a las 8:00 fue casi una misión imposible! Por suerte, lo encontramos y desayunamos como reinas.

Al ver que todo estaba cerrado, decidimos ir a la estación para coger el tren que nos llevaría Reinosa, un pueblo que estaba a tan solo 4 kilómetros del inicio del rio Ebro, en Fontibre.

Dejamos las cosas en una pequeña pensión y por la tarde vamos camino a Fontíbre, a ver el inicio del Ebro. Pronto regresamos, mañana será nuestro primer día de ruta.

 

Etapa 1: Reinosa- Orbaneja del castillo 81 km

El día empieza nublado y con frio. Es domingo y todo está cerrado, incluso los bares. Seguimos nuestro camino pero, al adentrarnos en un camino rural, nos metemos en un monte que nos hacen perder la orientación.  Encontramos a lo lejos una carretera, que bajamos rápido para volver a encontrar el camino. La niebla nos había cortado la visibilidad y se nos había complicado el recorrido. Dos perros nos van siguiendo durante un buen rato hasta que, al final, conseguimos perderlos de vista; temíamos por su bien estar, pues íbamos por la carretera y nos seguían.

Después de coger caminos de tierra y por donde la bicicleta era impracticable, decidimos no ir por el camino marcado y coger la carretera. Así nos ahorramos un buen troo y dejamos de sufrir pues el camino era bastante duro y en muchos tramos teníamos que levantar la bicileta o arrastrarla.

Son las 3 del mediodía, aún en ayunas. Por fin encontramos un pueblo donde nos ofrecen menú! Comemos como si no hubiera mañana, la comida de pueblo entra más que bien. Encontramos a otros dos ciclistas, vascos, que también están haciendo el mismo recorrido que nosotras. Les enseñamos la guía que llevamos y compartimos anécdotas del recorrido.

Después de la comida, volvemos a coger las bicis y seguimos unos 30 kilómetros más, hasta Orbaneja del camino. Ahí, otra pequeña casita rural nos atiende y podemos descansar de maravilla. Esperemos que mañana sea mejor.

Etapa 2: Orbaneja del castillo- Trespadente 77km

Iniciamos el camino por una pista bien asfaltada y vamos combinando tramos de carretera. Preferimos el asfalto por comodidad.

La guía nos avisaba de una fuerte pendiente de rocas, pero no nos esperábamos la subida infernal con arenilla. Sin duda, la etapa más dura de toda la ruta. Bicicleta casi en el hombro y a subir con paciencia, frenando todo lo necesario para no resbalarnos.

Una vez arriba de la cumbre, pequeño descanso y volvemos a descender; nos encontramos un grupo de vacas tranquilamente pastando que nos impedían el camino. Por suerte, no hacen nada y al pasar por su lado se apartan rápidamente. Estamos más asustadas nosotras que no ellas.

La guía nos seguían hablando de una subida infernal que quedaba. Aun no dábamos crédito a lo que habíamos echo con las bicis, así que conseguimos hablar con gente el pueblo para ver si podemos hacer un rodeo para llegar al otro extremo. Una buena mujer nos recomienda una pequeña ruta.  El camino, sigue siendo el marcado por el Ebro, un camino que es para hacer a pie y donde apenas cabe una persona. Tanteamos el terreno de la mejor manera posible. A nuestra izquierda tenemos el rio y cualquier pedaleada en falso puede causarnos caer en el rio. Pronto encontramos el desvío que nos había dicho la anciana. Pasamos un puente y rápidamente vemos un camino que se hace más ancho y de mejor accesibilidad. Decidimos dejar una nota a los vascos que nos encontramos ayer, con un poco de suerte se dan cuenta de la nota y ven que no tienen que subir al monte para llegar al siguiente pueblo.

Seguimos pedaleando hasta que llega la hora de comer. En una parada de autobús nos sacamos nuestra ollita y empezamos a cocinar, luego una merecida siesta para descansar y seguimos en ruta

La mayor parte la pasamos por asfalto. Carreteras secundarias que unen pequeños pueblos y donde el tráfico es más bien escaso. Sobre las 18:00 llegábamos a Trespadente, en busca del hotel más barato para podernos hacer una buena ducha, limpiar ropa y descansar temprano.

Qué gran sorpresa fue encontrarnos a los vascos, quienes nos agradecieron la nota. Des de ese momento, compartíamos camino con dos amigos más; Juan Carlos y Raúl.

Etapa 3: Trespadente- Labastida 80 km

Etapa fácil y lluviosa. La mayor parte por carreteras secundarias. Poco desnivel, sin tráfico y sin demasiado frio.

No encontramos lugar donde dormir. Todo era demasiado caro, así que después de buscar y buscar, decidimos dormir en el porque del ayuntamiento, ahí estábamos resguardadas de la lluvia y el viento. Pudimos dormir bien, aunque con un ojo abierto; temíamos por nuestras pertinencias!

Etapa 4: La bastida- Logroño 42 km (pasando por Cenicero)

El día empieza soleado. Seguimos por carretera, esta vez con un poco más de desnivel. 11 kilómetros después de nuestra salida, nos metemos por unas pistas de tierra, rodeadas de cultivos. Es un poco difícil orientarse pues no hay muy buenas marcas del GR99. No obstante, nosotras nos desviamos y vamos hacia Cenicero a ver a un amigo, que conocimos el verano anterior en la ruta de Montserrat- Santiago de Compostela.

Hacemos el pica-pica con él y su pareja, explicamos anécdotas y emprendemos los últimos kilómetros hacia Logroño!

Una vez llegados a Logroño no nos es difícil encontrar dónde dormir. Tenemos las credenciales del camino de Santiago, cosa que nos facilita el poder dormir en albergues de peregrinos. Al ser una gran ciudad, hay un albergue para bicigrinos, así que encontramos lugar donde guardar bien las bicicletas.

Pasamos la tarde de paseo y de compra en el supermercado. Nuestros amigos vascos también habían llegado hasta Logroño, así que merendamos con ellos antes de irnos a cenar y descansar para el día siguiente.

Etapa 5: Logroño-Calahorra 71km

Sin duda, un día para recordar. Decidimos seguir al pie de la letra la ruta y evitar al máximo las carreteras.  Así que nos metemos por senderos bastante buenos y seguimos el camino con los postes marrones del GR99. Nos adentramos a una zona boscosa. Sin duda, hacía años que nadie pasaba por ahí o, al menos, con bicicleta. Plantas que nos llegan hasta la altura de la cintura. Se enredaban con los pedales y casi nos provoca alguna que otra caída. Por suerte, salimos ilesas de esa selva, aunque con las piernas llenas de arañazos.

Después de una pequeña subida, decidimos seguir nuestra ruta por la carretera. Basta de caminos que nos pueden costar la vida! Hace mucha calor, y se nota! Cada vez cuesta más pedalear en horas del mediodía.

Hacemos una última subida por una pista de tierra (la única opción posible a menos de hacer un rodeo y coger la nacional), que nos lleva a una pequeña ermita blanca con una gran cruz.

Rápidamente iniciamos el descenso y llegamos a Calahorra. Aquí hay un albergue de peregruinos muy nuevo que parece casi un hotel. Las habitaciones son individuales y disponen de cuarto de baño dentro. Nos sorprendió encontrar este lugar tan idílico en lo alto del pueblo.

Intentamos ponernos en contacto con nuestros amigos, los vascos, pero nos informan que han tenido un pequeño percance al atravesar la selva por la que nosotras habíamos pasado. Resulta que el pedal se ha enredado con una de las plantas y ha provocado la caída al suelo de Juan Carlos, que ha echo que se abriera un poco la nariz. Están en el hospital poniéndole puntos. Qué susto!

A parte, haciendo la bajada hacía Calahorra, han roto un radio de la bicicleta. Parece ser que hoy no ha sido su día, a ver mañana!

Etapa 6: Calahorra- Gallur 99km

La etapa de hoy es fácil. A parte, siguiendo las flechas del camino de Santiago es casi imposible perderse. Pero ojo! Una vez se llega a Tudela, el camino que hay que coger es el que transcurre al lado del rió, no el que va por el canal. Nosotros (eramos 4 pues estábamos con los vascos), nos equivocamos y fuimos por el canal, que es por donde va también el camino de Santiago.

El camino es muy fácil pero se hace cansado al ser todo el rato una misma pista a seguir, con el mismo desnivel (recto) y con el mismo paisaje.

En Gallur dormimos en el refugio, que está a 1 km del centro del pueblo y que cuesta 10€

Etapa 7:  Gallur- Zaragoza 53 km

Eta sencilla y corta.

Pasamos por pequeños pueblos, alternando caminos agrícolas y carreteras secundarias. Siguiendo, en muchos casos, las marcas del camino de Santiago.

La entrada a Zaragoza es fácil y no conlleva ninguna dificultad.

Una vez en Zaragoza, nosotras dormimos en el Albergue Juvenil (16€ con desayuno incluido) y nuestros amigos vascos, que tienen más «caché» que nosotras, en un hotel del centro.

Nos pasamos la tarde paseando por el centro de Zaragoza. Hace un calor horrible. Aprovechamos para lavar la ropa y descansar.

 

También vamos al cine! Estamos en una gran ciudad y por la calle casi no se puede estar. Un helado antes de acostarnos y a seguir con nuestra aventura.
Mañana, más!

Etapa 8: Zaragoza- Sástago 75 km

La ruta ya empieza a complicarse. Tenemos tramos de largas carreteras con constantes subidas y bajadas pero aun se aguanta. el calor cada vez es más sofocante pero al despertarnos temprano conseguimos pasar el día bastante bien.

La salida de Zaragoza ha sido sencilla, hasta que nos hemos medio por unos caminos que nos han echo perdernos completamente. Hemos querido seguir nuestro sentido común, pero en esta ruta, el sentido común, no sirve.

Hemos entrado como en una especie de parque, lleno de piedras que nos han llevado a ningún lugar. así que, después de intentar encontrar un camino alternativo y perder más tiempo que otra cosa, hemos decidido dar vuelta y volver al camino.  Por suerte, hemos vuelto a encontrar las marcas y hablar con nuestros amigos para que nos dijeran por dónde habían ido ellos. Y claro, ellos han ido por asfalto, claro que no se han equivocado!.

Una vez hemos llegado a Sástago, hemos aprovechado a lavar las bicicletas en una especie de área de servicio, con agua a presión. Necesitaban un buen lavado después de todo lo que hemos pasado!

La tarde, tranquila, viendo la televisión desde el hotelito en el que nos encontrávamos,  caminando por el pequeño pueblo en busca de un supermercado y poca cosa más.
Mañana nos tocará despedirnos de Roser.

Etapa 9: Sástago- Mequinenza 86 km

Día duro, muy duro.

Hace mucha calor y la mayor parte del camino la hacemos por asfalto. Hay pocos coches pero la carretera nos trae constantes subidas y bajadas. a las 12 del medio día llegamos a Caspe donde nos despedimos de Roser. Tiene que irse con su familia de vacaciones, ahora le toca descansar.

Seguimos el camino Raul, Juan Carlos y yo. El camino sigue siendo el mismo, por asfalto. con un constante sube baja. De Caspe a Mequinenza aún nos quedan 40 kilómetros, y baja 40 kilómetros! casi todo es subida, parece que no vaya a finalizar nunca. pendiente de 7 y 13%.

una vez arriba de todo, solo queda descender. Juan Carlos es el primero en llegar y ver que la familia de Roser nos esperaba en un Bar. Finalmente llegamos todos, tomamos un refresco y cogemos fuerzas. A sido una etapa muy dura, pero a valido la pena.
Pasamos la tarde descansando y viendo Mequinenza. Un pueblo con poca cosa que ver y mucha calor.
Preparamos la ruta de mañana, parece ser que será interesante!

Etapa 10: Mequinenza- Mora d’Ebre (50km reales, nosotros 74km)

La etapa de hoy debía de ser fácil, pero hemos empezado a subir la cuesta dirección Fayón, pero debíamos haber ido hacía Riba Roja-d’Ebre. Vamos, una liada total. En Fayón hemos empezado a preguntar y la única solución que nos daban era volver a subir un puerto de montaña peor que el que acabavamos de hacer.

Por suerte, una chica, panadera de la zona, nos ha puesto las bicicletas en su furgoneta y nos ha llevado hasta Gandesa. Menuda mañana en furgoneta, la chica llevaba una velocidad que asustaba! pero ha sido muy divertido.

En Gandesa hemos comido y justo después hemos cogido carretera hasta Mora d’Ebre. pensábamos que tardaríamos mucho, pero la mayor parte ha sido bajada, cosa que nos ha echo muchísima ilusión!
Hemos compartido una habitación de una especie de casa rural para los tres, y la tarde la hemos pasado tomándonos batidos y granizados… y cenando en un restaurante!

Mañana última etapa, a ver qué tal!

etapa 11: Mora d’Ebre – Amposta 62 km

Última etapa… y vaya última.
Parece ser que se nos ha puesto todo en contra!
Nos hemos puesto por un camino de montaña dónde hemos tenido que arrastrar la bicicleta la mayor parte del tiempo. Ha sido un momento de desesperación, no sabíamos que hacer ni como tomarnoslo (si llorar, gritar o reir), Una vez hemos salido de ese camino (que se iniciava en Miravet), hemos cogido la carretera que nos ha llevado hasta Tortosa.

Teníamos el viento en contra, nuestra velocidad debía de ser de 20-22 km por la pista que va paralela al canal, pero en vez de ir a 20, íbamos a 11! era desesperante!
Con los ánimos por los suelos, entre todos nos animamos y conseguimos seguir hasta el final de Etapa, Amposta.

Llegamos a eso de las 15:30h. comemos y nos despedimos rápido. Mi tren salida enseguida…

Para cuando la próxima?

Esta es la foto que nos hicimos cuando les fuimos a ver en Noviembre a Zarauz! 🙂