Puente de Sant Joan. Queremos salir de la ruidosa ciudad y disfrutar de la naturaleza. Tenemos 3 días así que buscamos un trekking de montaña que sea apasionante. Así que nos decantamos por el Aneto, la montaña más alta del Pirineo, con 3404m de altitud.
Salimos a las 7.30 de la mañana dirección Benasque. Son casi 4 horas de viaje y entre curvas, música e historias varias, llegamos al centro del pueblo.
Aparcamos para desayunar un poco y aprovechamos para hacer unas compras de chaquetas y cortavientos en una tienda outlet.
Volvemos al coche y en 5km llegamos al Valle de Senarta, una explanada enorme donde dejamos el coche y nos preparamos para una caminata de escasos 8 km. Subimos por una ancha pista y nos adentramos en el GR que, a los pocos metros, nos devuelve de nuevo a la pista. En 2 horas llegamos al refugio de pescadores o también llamado refugio libre de Coronas.
Hay muchos coches aparcados y gente comiendo alrededor del refugio. Son las 15.00h así que aprovechamos a comer un poco de pan con fuet antes de seguir la caminata.
Estamos a 1900 metros y tenemos que subir hasta los 2700, en los Ibones, donde acamparemos. El camino empieza con alguna que otra piedra suelta pero luego se compone, prácticamente, de grandes piedras que tenemos que ir sorteando, pasando por pequeños riachuelos fruto del deshielo.
Finalmente, en aproximadamente 2 horas y media llegamos a un bibak fantástico donde plantamos la tienda. Tenemos unas vistas increíbles al Aneto y al Valle que hemos dejado atrás. Aprovechamos para hacer fotos y entablar una conversación con dos montañeros que también acampaban al lado. Uno con tienda y el otro haciendo realmente un bibak (al aire libre).
Pronto cenamos, una buena sopa caliente, zanahoria y pan. También nos vamos a dormir temprano. Apenas ha anochecido y ya estamos en nuestros sacos. Mañana tiene pinta que será un gran día y tenemos que descansar bien.
La noche se hace muuuuyyyy larga. Estamos durmiendo 3 personas en una tienda de dos plazas, hace frío y estamos demasiado apretadas. Así que cualquier movimiento de una hace que las otras 2 se muevan también. Por fin se hace de día, pero fuera hacia frío y el hielo todavía está muy duro. Decidimos esperar un poco antes de salir.
Al final, entre que nos vestimos, hacemos mochilas, recogemos tienda y desayunamos, se hacen las 8.30 de la mañana. desde las 7.30 hay gente que está subiendo, eso quiere decir que han madrugado muchísimo. Dejamos las mochilas y la tienda escondida detrás de unas rocas para no subir tan cargadas y emprendemos la ruta buscando los hitos que marcan el camino. Empezamos a caminar sobre nieve, ya blanda gracias a la gente que ha pasado anteriormente.
tardamos aproximadamente 1,30h en llegar al Coll de Corones, lugar donde nos ponemos los Crampones y nos juntamos con la gente que viene del refugio de la Renclusa (la clásica ruta hacia el Aneto). Empezamos a subir despacio, hay mucha gente y se forma una larga cola.
En menos de 30 minutos estamos en al cima, pero todavía nos queda la nombrada «cola de caballo», un estrecho vertical que no es tanto como dicen, ni como aparenta. Como somos tantos los que queremos llegar «al otro lado», tenemos que hacer cola y decidir quienes pasan primero o después.
Ya en la cruz, nos hacemos la foto de rigor y regresamos, hoy nos toca bajar de nuevo hasta el refugio libre. En 1 hora y media llegamos al lugar de la tienda, donde decidimos comer y descansar antes de bajar al refugio.
La bajada desde los Ibones hasta el Refugio se hace larga. Aunque no es más que 1,30 horas, el cansancio acumulado, el peso en nuestras espaldas y el tener que frenar constantemente para evitar caídas fortuitas hacen que tengamos ganas de acabar ya.
Finalmente, una vez en el refugio, descansamos, montamos la tienda y jugamos a cartas juntamente con otros excursionistas catalanes.
Cenamos de nuevo sopa y pan con fuet y nos vamos a dormir. Mañana sólo tendremos que regresar por la pista hasta el coche y emprender el viaje de vuelta a Barcelona.