Salimos de Saintes por la carretera que lleva hasta Pons. Al ver que tenia mucho asfalto y poco trafico, decidimos seguir hasta Mirambeau donde, antes de llegar, volvemos a pinchar otra rueda; esta vez delantera.
Comemos a mitad de camino, en una zona habilitada para ello y sin apenas descansar, seguimos la ruta hasta Blaye. Los últimos 13 kilometros son por un carril bici muy bien conservado y con un paisaje excelente.
Dormimos en el camping municipal de Blaye que hay dentro del mismo castillo, por 16 euros.
Mañana por la mañana nos tocará coger el barco que nos llevará hasta el otro lado para poder seguir la ruta. El precio por persona es de 2,80€, más 1,70€ por cada una de las bicicletas.