Salimos de Lesperon por carreteras secundarias pero que forman parte del camino de Santiago. Llegamos a León, de donde sale un carril bici que nos acompañara el reto de kilometros, hasta Bayonna. Es un carril habilitado por la eurovelo y parece que toda Francia este aquí pues está repleto de gente y familias en bicicleta.
El recorrido está marcado con muchos carteles que van anunciando del número de kilómetros que faltan para llegar a nuestro destino, así que, en poco tiempo vamos avanzando diferentes pueblos. Queríamos llegar a comer a Bayonna, pero nos saltamos sin querer la bifurcación y hacemos 6 kilómetros de más (más 6 de vuelta), un poco mal humorados por no habernos fijado bien, retrocedemos el camino hasta que finalmente llegamos al centro de Bayonna.
Si se quiere dormir ahí, es aconsejable reservar con antelación puesto que en Agosto todo está muy lleno y es bastante caro. Nosotros dormimos en una casa diocesana, nos costó 26 euros la habitación doble y 18’50€ la habitación individual. Descansamos muchísimo, conocimos a un anciano encantador (Martín), disponíamos de una cocina pequeñita para cocinar algo durante la hora de la cena y en el precio estaba incluido el desayuno. Estuvimos muy agusto y, si volviéramos ha hacer la ruta, no dudaríamos en dormir ahí. A parte, hay mucha gente, y ya empiezas a ver peregrinos. El sitio está muy bien cuidado y descansamos muchísimo.