Dia 4.- Desierto de Jeisalmer

04/11/2015

Nos levantamos a las 7 para ir a desayunar al buffet del Hotel. Ya hemos comprobado que ellos para desayunar ingieren lo mismo que para comer o cenar, cosa que a nosotros nos cuenta bastante. Aun así, si el hotel es un poco selecto, podemos encontrar cereales  y tostadas con mermelada y mantequilla.

Después del desayuno, quedamos con Moda Ram para ir dirección al desierto. Salimos temprano, a las 08:15; nos esperan 5 horas de coche. Por el camino paramos a ver una especie de valle con unos pájaros que no sabemos reconocer y que emigran de Mongolia pues hay una zona con agua (es raro porqué la zona por la que estamos casi nunca llueve y por lo tanto es muy difícil encontrar un pequeño estanque como ese).

Volvemos al coche y recibimos una calurosa bienvenida de todos los niños de ese pequeño pueblo. 1 hora más tarde, volvemos a parar a ver un templo en Ambdebra. Por lo visto, ahora estamos en una época de festivales y el templo que visitamos es muy conocido porque la gente hace peregrinaje hacia él. Moda Ram nos explica que se hacen colas de hasta 10 km para poder entrar y la gente camina hasta 4.000 km para poder venir hasta aquí. Un poco como el camino de Santiago pero mucho más religioso y devoto.

Seguidamente paramos a comer a un restaurante “bueno,bonito,barato” en medio de la carretera ya que aún nos quedan 160 km para el desierto y hasta allí no encontraremos dónde comer. Comemos con Moda Ram y nos ayuda con la elección de nuestra comida, conversamos con el sobre diferentes preguntas que nos surgen a cerca de la vida en la India.

Finalmente llegamos a la zona del desierto y nos dirigimos a una compañía que se encarga de montar la pequeña excursión con camello. Nuestra aventura empieza montados en un camello (cada uno con el suyo), nos acompañan 3 niños, de 6, 8 y 12 años.  Son monísimos! A mitad del camino paramos a descansar y ver la puesta de sol en las dunas del desierto. No es un desierto demasiado grande pero tiene dunas y jugamos con los niños en la arena. Después de ver el sol como desaparece volvemos a montar en camello hasta la zona donde finaliza nuestro recorrido. Allí nos reciben con tambores, música y baile. El espectáculo es para dos parejas y nosotros. Nos sirven un aperitivo y, después de una danza todos juntos alrededor del fuego, cenamos.  También es buffet y la comida está muy buena.

Después de la cena y del espectáculo, nos dirigimos a la tienda pero… error! Nos hemos dejado la luz abierta y nuestra habitación está llena (pero llena de verdad) de grillos. Apagamos las luces a ver si se van pero pasa el rato y parece que tengamos a todos los grillos del desierto en nuestra tienda. Moda Ram se ríe por la situación y nosotros nos reímos también. Finalmente, nos cambian de tienda. No obstante, en esa tienda montamos la mosquitera y dormimos bien apretados a la espera de que no entren más grillos…