Empezamos el día con un buen desayuno antes de coger el bus hacía Luang Prabang. El recorrido se hace más o menos ameno y en entre curbas y baches, en 3 horas llegabamos a nuestro destino.
Nos instalamos y empezamos a visitar la ciudad. Esta es mucho más animada, con aceras, tiendas y puestos de comida. Aparte, hemos encontrado un tuk-tuk Catalan! 🙂
Subimos a ver la famosa estupa, donde nos cobran 20.000 kips (2 euros) por subir unas 300 escaleras con diferentes budas a casa esquina, observar a lo alto la estupa y la agradable vista de la ciudad.
De bajada, vamos hacia la calle comercial donde Saskia y Helena entran al Museo del Palacio del Real (3 euros) y debes llevar pantalon largo. No hay fotos porque está prohibido, y según nuestra opinión es un Palacio más bien modesto, aparte la figura del buda que da nombre a la ciudad «Prabang» es muy pequeña y no te permiten acercarte (se debe ver desde fuera del templo, una lástima).
Mientras tanto, yo he aprovechado para comer una buena comida occidental, jejeje….
Seguidamente, hemos callejeado hasta llegar al famoso templo Xieng Thong, 2 euros para entrar en pleno diluvio universal, así que no lo hemos apreciado como se merecía.
De vuelta al guest house para secarnos, hemos visto varios locales con baguette, croissant, magdalenas y demás, todo muy francés, puesto que Luang Prabang era de colonia francesa. Ya sabemos donde desayunar mañana!!!
Después de nuestro pequeño descanso, hemos ido a visitar el night market artesanal. Había muchas paraditas de ropa, bolsos, monederos y souvenirs, así como carritos para tomar zumos frescos y naturales o brochetas.
Hemos seguido paseando, paralelos al rio Mekong, nos hemos dado una ducha y hemos salido a cenar comida tradicional Laonesa.
Mañana nos levantamos a las 4:30 para ir a ver a la ceremonia de entrega de ofrendas de los monges, seguido de una excursión a las cuevas y a las cascadas.