A las 6 ya estaba despierta así que he desayunado, he llenado el bidón y la botella de agua y he salido a pedalar a las 6.30.

Los primeros 100km han sido por una carretera sin apenas tráfico. La carretera 15 y 12. Iban pasando por pequeñas poblaciones y cada 5 km había una parada de sandias enormes. Me hubiera comprado una si hubieran sido más pequeñas, tenían un tamaño gigantesco. Deben de tener muchas sandias por estos lados…

A partir de las 12 ya hacía un calor exagerado. He cogido, por fin, un bonito camino al lado del río pero ojo, no te pares que te pican los mosquitos!! Que exageración!!!

Me he bebido como 4l de agua. El agua de fuentes públicas me hace dudar, pero eso o morir. Ya mañana veré las consecuencias en todo caso. La botella extra que llevaba, ardiendo, también me la he bebido.

Durante el camino no hay señalización, menos cuando quedan 24 km que, de pronto, aparecen los carteles de la nada.

• 

• 

La entrada a la ciudad ha sido por carril bici y es que , toda a ciudad está llena de ellos. Una gozada.

He llegado al hostal, me he duchado, he descansado y he salido a visitar el casco histórico. 37 grados a la sombra. Y no se me ocurre otra cosa que subir hasta la fortaleza.. Pero bueno, ha estado bien.

He visitado la catedral, la sinagoga, otra pequeña iglesia y un parque parecido a la Ciutadella de Barcelona pero bastante más pequeñito.

• 

• 

• 

Hay paradas de palomitas cada 500 metros. Les deben de gustar mucho…
Me he comido un trozo gigante de Pizza y una Pepsi por 2 euros. Y me querían poner ketchup y mostaza en la pizza!!!

Semáforos eternos. Algunos de 90 segundos esperando. Y después de tanto esperar, debes de pasar corriendo porque no te da tiempo en 7 segundos. Un drama.

Finalmente he dio al súper a por la cena y algo para mañana. En serbia es obligatorio el uso de mascarilla en los súpers (no como en Hungría)

Y poco más. Mañana llego, si todo va bien, a Belgrado.