La noche la hemos superado con éxito. La fiesta que había montada en el bar de abajo se quedaria corta con mis palabras. Suerte que estábamos cansadas!

A las 7:40 nos levantamos, recogemos y bajamos a desayunar. El precio de la habitación incluía un riquísimo desayuno de pan con mermelada y mantequilla, croissant recién hecho y un café/leche/zumo.

Llenas, cogemos las bicis, montamos las alforjas y empieza nuestro día de sube baja constante. Almenos ha sido así los primeros 40 kilómetros donde, en ocasiones, pensábamos que las cuestas eran una alucinación. Suerte que eran «cortas» porque en algún tramo la pendiente llegaba al 16%.

Una vez volvemos a las orillas del río, el camino se hace más ameno, dando vueltas y rodeos a pueblecitos por caminos aptos para ciclistas y gente caminando. Muy tranquilo y bonito todo el recorrido.

Llegamos a Pau a eso de las 15:45, tras una parada para comer algo 20 km antes.
Habíamos reservado una espècie de hotel por 40 euros (las dos) pero no han venido los de la recepción hasta las 16:30… Así que ha tocado esperar.

Finalmente, ya instaladas, nos hemos duchado y bajado a ver la ciudad. También hemos pasado por una feria y hemos acabado comprando algodon de azúcar.

Parada en el super a por provisiones, cena, descanso y a dormir. Mañana más.