Si había alguna opción de hacer peor el traslado de hoy, no la hemos encontrado. Ahora, nos hemos esforzado para hacerlo mal. Vamos al lío:

Como ayer dijimos, el ferry directo no funciona, así que hemos caminado hasta el puerto para coger el barquito que nos cruzaba a la otra orilla de Penang donde enlazábamos con el bus hacia Kuala Kedah. Debíamos bajarnos en esa parada pero al ver que todos los «guiris» se quedaban ahí, hemos hecho lo mismo y hemos llegado a Kuala Perlis donde hemos comprado los tickets de ferry y esperado dos horas. Hemos aprovechado para preguntar horarios de bus hacia Cameron Higailands y hemos comido. Después de comer, aparece ante nuestras narices una terminal de ferris preciosa (no el cuchitril donde hemos comprado nosotras…) Nos subimos en la enorme embarcación llenas de coches y motos y tras largas 3 horas (cuando debían de ser 45 min) desembarcamos en un puerto perdido de la mano de Dios donde nuestra única opción es coger un taxi (10km hasta el hotel) por 4€.

Una vez en el hotel, dejamos las cosas y paseamos hasta el centro. Rápidamente nos damos cuenta que estamos en un Lloret de Mar en temporada media. Hoteles, resorts, tiendas de souvenirs, restaurantes, actividades, excursiones… También hay tiendas de chocolates de marcas conocidas. Por lo visto, estamos en una isla libre de impuestos.

Hemos paseado por el «paseo marítimo», buscado un sitio donde alquilar mañana la moto y cenar un poco de arroz picante.

De vuelta hemos buscado donde lavar la ropa para mañana y hemos acabado de montar el plan de los dos próximos días.

Mañana tenemos un día que parece divertido y lleno de todo. Que ganas de mañana!