Hemos superado la octava etapa.
Si acabaramos en Santiago hoy, deberíamos añadirle 23 km más, pero nos apetece desviarnos e ir hacia Muxia y Finesterre.
Son las 7.30 cuando nos levantamos, primera mañana en Galicia y ibamos convencidas que seria de día…pero no, aún es de noche (en Portugal si que era de dia!). Vemos que no llueve, así que nos apresuramos a montar alforjas y salir.
Empieza la mañana por cuestas y caminos empedrados. A los 6 km, empieza a llover así que aprovechamos para desayunar. La lluvia es fuerte pero parece que al rato para, así que volvemos a salir.
Sabemos que hoy el dia será duro, primero por un constante rompepiernas y segundo por el mal tiempo, pero ahi vamos, a la aventura. Sólo salir, nos metemos por un caminito empedrado, por donde pasa un riachulo .. así que toca bajarse de la bici y empujar. Encima nos empieza a llover de nuevo.
Una vez arriba (después de una larga y densa subida) empieza la bajada hasta Pontevedra. Sello en la catedral y seguimos.
Sólo cruzar el puente y cae un chaparrón, acompañado de vienro increible. Nos resguardamos en la gasolinera. Estos parones nos hacen coger frio.
Vuelta al ruedo por un bonito caminito, pero de pronto vemos in flaix. Nos habran hecho una foto? No! Es un rayo y a los segundos suena el trueno. Empieza a llover a mares y nos cae mucho granizo. Que daño en las manos y en las piernas! Paramos bajo un puente para que cese.
El camino, por hoy, será así. Subidas, lluvia, granizo y frio.
En Caldas de Rei, paramos. Nos cambiamos los calcetines y nos ponemos una bolsa entre los zapatos y los calcetines para que no se nos mojen más y evitar ir empapadas todo el trajecto.
Ya solo quedan 16 km hasta Padron, que haremos por carretera. La lluvia nos acompaña, juntoa sus subidas y bajadas.
Una vez en Padrón, por fin, nos duchamos y entramos en calor. Luego un pequeño paseo y a tomar algo hasta la hora de la cena!