Las literas hacían un ruido horrible y era casi imposible dormir, pero se ha hecho lo q se ha podido.
Como de costumbre, a las 5 los primeros peregrinos se levantan y con el ruido que hacen obligan al resto a depertarse. Hace unos años pensaba que exageraban con la hora de empezar a caminar pero ahora, que voy caminando, lo entiendo perfectamente. El sol quema y mucho. A ciertas horas no se puede seguir así que conviene madrugar.
Mientras ellas toman café a las 5.45 de la mañana, yo empiezo sola caminando. Encuentro una fuente de donde sale vino gratuito y, aunque no me guste el vino, lo pruevo, como es gratis… Jajaja…
Más tarde me encuentro con un señor mayor de Terrassa con el que comparto una larga subida y parte del desayuno. Ya son las 8.15, llevo 9 km y aparecen las italianas y catalana, así que sigo con una de las italianas (Chiara) durante los 12 km de pista, bajo el sol abrasador. Sin agua ni sombras.
Llegamos a los Arcos, nos encontramos con las otras dos italianas, tomamos un refresco y seguimos 7 km más, soleados y calurosos.
Finalmente llegamos a Torres del rio donde dormimos en un bonito y tranquilo albergue, visitamos la pequeña capilla del aiglo XII y cenamos en un bonito restaurante.
Mañana último día para mí, llegada a Logroño y vuelta a casa.