Siguiendo el ritual de cada mañana, nos levantamos y vamos a desayunar. Esta vez toca hacer las mochilas.
Alquilamos motos y conducimos 60 km dirección al templo Tirta gangga. Por el camino vemos el mar y paramos ha hacer unas fotos y tocar el agua para saber la temperatura. No está fría como en la costa brava ni caliente como en Vietnam.
Seguimos el recorrido y llegamos al Tirta Gangga. Un templo lleno de fuentes y peces.
Seguimos conduciendo 10 km con el objetivo de llegar a otro donde teníamos que superar 1700 escalones. Creo que el destino no nos dejó encontrarlo y el cielo empezaba a ponerse feo por esa zona.
Damos media vuelta y paramos a comee cerca de un estanque muy bonito, tocando el mar.
De vuelta a Ubud paramos a ver diferentes playas. El sol ya se estaba marchando así que no nos bañamos en ninguna. Aparte el viento tampoco acompañaba.
Al llegar a Ubud devolvemos las motos, cogemos las mochilss y nos vamos a otro guesthouse (en el que estabamos no tenian habitaciones para un dia más). Dejamos que Marc se duche y nos vamos a cenar.
Cenamos en un restaurante con musica en directo y nos despedimos de Marc, que se va hacis el aeropuerto. Y nosotras a dormir que estamos reventadas.