7.30h, ya estamos en pie. A las 8.00 hemos quedado con los dueños de la casa para desayunar pues, con el precio que pagamos por dormir, nos entraba también el desayuno.
Nos despedimos y salimos con las bicis preparadas y abrigadas. Hoy vuelve a soplar el viento.
Callejeamos por unas carreteras secundarias sin coche y nos ahorramos 8 km (porqué debíamos ir al centro de carcassona y de ahí coger el canal que daba más vuelta). Así que, contentas por nuestro acortamiento de km seguimos pedaleando, ahora si, junto al canal.
Llevamos ya 6 días pedaleando al lado del rio y parece que cada día colguemos las mismas fotos pero, lo cierto es que el paisaje es este.
El viento sopla aunque a menos intensidad que ayer y eso ya es de agradecer. Hacemos los primeros 20 km muy rápidos y decidimos seguir una ruta alternativa por asfalto. Grave error. Esa ruta nos hace un gran rodeo que. A su vez, hace que recuperemos los km que habíamos ahorrado a primera hora de la mañana. Encima, subimos un pequeño Puerto (cuando debía de ser todo llano!!). Nota para un futuro: seguir el canal siempre.
Volvemos a enlazar con el canal hasta llegar a Homps y de ahí seguimos pedaleando. El camino está lleno de surcos, raizes y piedras así que cogemos otro camino alternativo y paralelo al camino. Al mover la bicicleta de Sira, hacemos un brusco movimiento y se rompe una de las pinzas de la alforja. Para solucionarlo, la atamos con un pulpo, a ver hasta donde llegamos.
Seguimos pedaleando y paramos a comer algo cuando, antes de tenerlo todo preparado aparecen 99 millones de abejas. Evidentemente salimos corriendo, con lo puesto, por la carretera. Un momento épico y cómico a la vez. Las abejas se van (no sabemos dónde) y después de nuestro susto comemos. Estamos a escasos 25 km de Narbona.
Nos preparamos para seguir. Pedaleamos junto al canal y nos desviamos dirección Narbon (hay la posibilidad de ir hacia Beziers). El mapa está un poco mal indicado y hay muy pocos carteles que informen acerca de la ruta así que paramos más de lo habitual para cercionarnos que vamos en el sentido correcto.
Finalmente llegamos a Narbona. Vamos a una ferretería a comprar un producto que sea compatible y funcione a la alforja de Sira. Mañana veremos si hemos tenido suerte.
Llegamos al hotel, nos duchamos y visitamos el centro de la ciudad. Después de un vinito en una terraza pegada al canal, regresamos para hacernos la cena e ir a dormir. Hoy ha sido un día largo y mañana veremos, por fin, el mar.