Son las 7.30 cuando Sira sale de la habitación en busca de pan para desayunar. Aprovechamos a recoger la habitación y, cuando ya tenemos el pan, nos hacemos unos sabrosos bocadillos de jamón y queso.
El día está nublado y hace fresco. Nos abrigamos y empezamos el pedaleo. Como ya es habitual, seguimos junto al canal. El camino, por el momento, está bastante bien aunque a medida que avanzamos van apareciendo trazados con barro y eso nos pone de mal humor. Suerte que no es como ayer y podemos ir sorteandolo de vez en cuando.
Para nuestra desgracia, tenemos el viento en contra y nuestro pedaleo se hace pesado y lento. Vamos una detrás de la otra, a rueda, para evitar hacer sobreesfuerzos y vamos dándonos relevo.
La guía Bici:map está muy bien porque nos marca alternativas por asfalto, así que le hacemos caso y nos adentramos en carreteras sin tráfico que nos hacen entrar y salir por pequeños pueblectitos.
El viento nos pone de los nervios y hay momentos que nos desespera. Hoy era la etapa más corta, solo 43 km hasta Carcassonne para aprovechar y ver el casco antiguo, pero parece que con el viento vamos a llegar más tarde de lo previsto.
Hoy dormimos en un Airbnb a las afueras de la ciudad y a escasos 2 km del centro histórico. Estamos en una casa unifamiliar donde nos atienden de maravilla aunque hay que decir que, tanto la casa, como los dueños son un tanto peculiaresA. Nos preparan unas fresas para tomar de postre y, la verdad es que es de agradecer. Estaban buenísimas!!
Después de la ducha, salimos a comprar a un supermercado y arreglamos los frenos de la bicicleta de Helena en un taller. Y ya, caminamos hasta el castillo de Carcassonne donde nos hacemos fotos para el recuerdo y poco más.
Salimos en busca de un lugar donde tomar algo pero nos percatamos que muchos locales están cerrados. Por lo visto cierran martes y miércoles así que nos cuesta encontrar dónde cenar.
Finalmente entramos a tomar un poco de vino (estamos en Francia y eso es lo que se hace por aquí, noo!?) y buscamos un restaurante para cenar en Eltenedor.
Después de una buena cena, caminamos para bajarla y llegamos a la casita. Hacemos un poco las alforjas para tenerlas preparadas de cara a mañana y nos vamos a dormir. Mañana más.