8 de la mañana, suena el despertador. La señora de la casa, Lliliam, ya hace rato que ha venido ha prepararnos el desayuno.
Puntual, como era de esperar, nos ha preparado un desayuno clásico, huevo, pan, coctel de frutas, membrillo, leche, café y galletas.

Hemos estado conversando un poco con ella y, en poco tiempo, nos ha venido a buscar el taxista que nos llevaría hasta la playa. Exactamente hasta el Cayo Santa Maria. Hay 65 km de distancia, aproximadamente 1 hora y nos metemos los 6 en el coche de 6 plazas, que, sumando al conductor, éramos 7. Así que los 4 de atrás, hemos ido un poco embutidos.

Al llegar, nos ha dejado en la zona de las Terrazas. Hemos tenido que abonar 5 euros pero con esto teníamos derecho a un coctel y a una amaca bajo la sombra.

Solo llegar, nos ponemos crema y directos al agua. El mar estaba bien, hemos estado hablando y jugando un rato hasta que hemos salido a secarnos y a tomarnos el cóctel.

Unas cuantas fotos para recordar la hermosa playa y vuelta al agua.

Sin apenas darnos cuenta, son las 14.00. Así que nos acercamos al único restaurante que hay para comer y pedimos desde pollo, cerdo y el clásico Ropa Vieja.

Nos queda todavía 1 hora para regresar al taxi, así que hacemos un último baño, nos sacamos la sal en unas duchas y nos metemos dentro.

De regreso a Remedios, hemos podido ducharnos y despedirnos de Lliliam. El taxista nos esperaba para llevarnos a Santa Clara para ver el famoso muro del Che.

Hemos leído la última carta y fotografiado el lugar y hemos caminado hasta el centro. Ya eran las 21.00h. En la plaza, había fiesta, por lo visto celebraban el 500 cumpleaños del pueblo. Había mucho ambiente, paraditas de recuerdos, ropa y dos escenarios para realizar un concierto más tarde.

Hemos estado conectados al wifi y hemos ido en busca de donde cenar, pues habia tanta gente que teníamos que hacer colas para que nos sirvieran.

Finalmente hemos ido en taxi hasta la estación y nos esperamos hasta las 20.00h, para coger el bus Viazul rumbo a Santiago….