Bien, pues el autobús no fue tan infernal como esperábamos. Aparte de estar con gorro, buff y gersey dentro, por todo lo demás bien.
De 20.00 a 05.00 de la madrugada hemos podido tener dos asientos y como hemos podido, nos hemos ido durmiendo, cambiando posiciones para no acabar entumecidos.
Luego ya nos ha tocado compartir pero echando cabezaditas el tiempo a volado. A las 8.00 de la mañana nos han hecho bajar a todos y hemos aprovechado para desayunar un pequeño bocadillo y luego, vuelta al autobús casi 4 horas más pero que han pasado sin darnos apenas cuenta.
Una vez en la estación de Varadero y ya con nuestras mochilas en la espalda, hemos caminado un poco y nos han ofrecido alojamiento en pleno centro por 35 CUC. Sabíamos que aquí era más caro pues hay mucha más demanda así que, tras ver la habitación, hemos aceptado, cambiado de ropa he ido hacia la playa.
Eran casi les 13.00h cuando llegamos a la playa. Preguntamos precios por las hamacas (2 CUC) y combrilla (3 CUC) ya que era imposible estar bajo el sol. Nos damos un capuzón y solo salir, sin tumbarnos ni nada, vamos en busca de donde comer.
Comemos bien (ropa vieja y pollo) y volvemos a la playa donde nos volvemos a bañar y descansamos en las hamacas. El sol pica de lo lindo así que debemos ir refrescandonos de vez en cuando.
A las 17.00 recogemos, nos pasamos un agua y callejeamos en busca de souvenirs y otros.
De pronto, empieza a diluvia. Nos resguardamos en un porche pero, al ver que no para, salimos. Nos empapanos al llegar a casa y, tras una buena ducha de agua caliente y ya sin lluvia, volvemos a salir a cenar.
Cenamos en el mismo lugar donde hemos comido pues el restaurante italiano al que queríamos ir está lleno.
Con la barriga a punto de explotar, volvemos a la casa a descansar. Mañana nos levantaremos pronto ha hacer algunas gestiones antes de la playa y, si todo va bien, iremos a Matanzas.