2.45h de la madrugada, suena el despertador, toca levantarse. Recogemos la ropa limpia que dejamos ayer y esperamos a que nos vengan a buscar.
Vamos en un minibus repleto de guiris medio sonámbulos como nosotros. Hace un frío que pela, así que vamos abrigados hasta las orejas dentro del autobús hasta que entramos en calor. Sobre las 7.00h paramos a desayunar. Nos dan te de coca y un pancake de platano muy rico. Seguidamente volvemos al bus.
A eso de las 8.30h de la mañana llegamos al Mirador Cruz del Cóndor donde estamos 30 minutos esperando que aparezcan los cóndores, una aves gigantescas de casi 3 metro de largo cuando despliegan sus enormes alas. El guía que está con nosotros en el bus nos explica que estos animales no mueven sus alas de arriba abajo, sinó que a través de corrientes de aire se dejan caer y volar. Se alimentan de animales muertos pero no los cazan porque no tienen garras, sino que pueden ayudarles al «suicidio» pues son aves tan grandes que les empujan en un precipicio para que se mueran y luego comérselos. Jejeje…
Después de ver el vuelo, hemos vuelto al bus para continuar la ruta hasta el inicio del trekking. Reestructuramos las mochilas, compramos agua y nuestro guía Omar, nos explica cosas básicas acerca del trekking y del lugar donde nos encontramos.
Vamos hacer un total de 13 km, mayoritariamente de bajada. Estamos en un cañón, llamado Colca, en el desierto de Atacama. Es el 4o cañón más alto del mundo con unos 4000m de altitud. Nosotros nos encontramos a 3400 y debemos bajar hasta 2200 para pernoctar. Este cañón está hecho con lava de antiguas erupciones de los volcanes que hay alrededor. Por eso se dice que es de roca volcánica con más de 30.000 años de historia.
Empezamos la bajada por un caminito estrecho, resbaladizo, con arenilla y rocas. La sombra brilla por su ausencia y el sol empieza a picar pero escuchando al guía hablar y hablando entre nosotros, el camino se hace bastante rápido. Llegamos a la altura del río en unas 2h y 30 minutos. El grupo se retrasa un poco pues hay una chica colombiana que se hace daño en el tobillo y finalmente una mula tiene que ir a por ella y a por su novio y devolveros arriba… (han tenido que pagar 180s).
Cruzamos el puente, descansamos en la sombra que ahí si que hay y empezamos una subida de escasos 15 minutos más otros 15 llanos para llegar a la caseta donde nos ofrecen la comida. Durante este trayecto hemos encontrado una mujer que había montado una paradita con fruta y bebida.
Las vistas son increíbles, vale la pena hacer esta excursión para poder observar todo el valle con detenimiento, las enormes montañas y todo lo que rodea a este lugar.
A las 14.00h seguimos durante 2 horas más, con constante sube y baja hasta llegar a la zona donde nos toca dormir. Se le hace llamar el Oasis. Antes estaba habitado por gente pero ahora es una zona exclusiva para turistas que hacen este trekking.
Llegamos a las 16.00, nos dan las habitaciones. A José lo ponen con otro chico y nosotras dormimos con una Japonesa. Las habitaciones son muy simples, solo hay las 4 camas, y el aire entra por la parte de arriba de la pared puesto que no está cerrada.
Intentamos bañarnos en una piscina que hay. El agua está bien, pero ya no toca el sol y a la sombra hace frío, así que nos damos una ducha rápida con agua fría y aprovechamos a descansar. A las 19.00 tenemos que estar en el comedor para cenar.
Puntualmente nos presentamos en el comedor y provamos la cerveza Arequipeña, muy buena. Seguidamente nos entregan un plato de sopa, un generoso plato de espaguettis y un té.
Rápidamente volvemos a la habitación. Ha sido un día muy largo y cansado y mañana tenemos que levantarnos a las 4.30 para empezar a caminar de nuevo, así que a las 20.30 ya estamos todos en la cama descansando…