Las chicas nos levantamos pronto para darnos una ducha y hacer unas fotos del Riad y los paisajes. Amanecimos sin electricidad (creemos que la cortan para ahorrar energía) y nos duchamos y vestimos con la linterna del móvil.
La luz del día es perfecta para unas buenas fotos del paisaje y de los rincones del riad.
Empezamos a desayunar sobre las 8:15h, a medida que vamos comiendo van trayendo más cosas deliciosas.
A las 9h empezamos la ruta y pasamos por varios miradores de aldeas bereberes de barro y zonas de palmerales que dominan el valle. Pueblos donde son típicas las frutas y los dátiles.
La parada estrella es en las Gargantas del Toldra. Es un imán para escaladores. El sitio nos gustó mucho, aunque el recorrido que se hace a pie es muy corto.
Antes de comer y para ir metiéndonos en el ambiente Bereber, paramos en una tienda donde tal y como llegamos los turistas nos cogen, nos meten a una sala llena de pañuelos y vestidos, nos visten y después salimos para que nos hagan una foto con la bandera. Todo muy teatrillo y como siempre luego si quieres compras algo y sino no. Además también te hacen tatuajes de henna, nosotras no nos hicimos.
Después del paseo por la garganta y los disfraces empezamos a adentrarnos en el Sáhara. En Erg chebbi nos esperaban los dromedarios para perdernos por el desierto y el encanto de las dunas doradas hasta el Campamento (unas 2h). Con nosotros viene un niño de 16 años que nos hace de guía y además lo adoptamos como uno más.
Pero antes nos paramos para hacer algunas fotos y esperamos a la puesta sol.
Al llegar al campamento observamos el paseo de carpas blanco con la alfombra central. Las nuestras estaban muy bien situadas, al lado del comedor y enfrente del lavabo (compartido). Todo se veía muy limpio!
Después de una ducha, cenamos y disfrutamos de una fiesta de música bereber tocada por los lugareños y otros guías de allí.
Nos quedamos hablando hasta las 2h con nuestro guía y otro que también hablaba muy bien español.
Estuvimos un rato contemplando la luna que sólo le quedaba 1 día para la luna llena y por tanto no pudimos ver el cielo estrellado.