El dia prometía, y no solo por el ajetreo de levantarse temprano sinó también, por las emociones que se iban a generar.
A las 6 estábamos en pié y a las 6:15 cogiendo el taxi al aeropuerto. Facturamos maleta, y ya con los billetes en la mano, nos despedimos de Vero. Las lagrimillas han estado a punto de saltar. Cuanto te vamos a echar de menos!
Ya en el avión, estamos los 4 juntos en la misma fila. Nos han puesto justo en medio, al lado de las salidas de emergencia, juntamente con otra guiri. Si esperan que dependa de nosotros el ayudar en caso de emergencia, estamos jodidos.
Aterrizamos en el aeropuerto de Da Lat y cogemos el bus hacia el centro. Un bus con aire acondicionado tan fuerte que casi se nos caen las orejas del frío.
Una vez en el centro, nos dejan en una calle donde realmente no hay ni parada y caminamos hasta nuestro hostal.
Tras hacernos entender y tras esperar un buen rato, la mujer del hostal nos dice que nuestra habitación está arriba del todo, así que subimos 5 pisos y llegamos a una habitación completamente diferente a la que habíamos reservado. Con un colchón en el suelo, dos camas grandes pero no demasiado anchas y el baño fuera, compartido con alguien más. Cómo estamos cansados y no queremos perder ni un minuto más, dejamos las cosas y ni nos planteamos buscar otro lugar. Alquilamos dos motos en el mismo hostal y vamos hacia la aventura.
En primer lugar, decir de Da Lat que está considerada la ciudad del amor pues muchas parejas vienen a pasar la luna de miel aquí. En segundo lugar, está situada a más de 1300m y eso hace que las temperaturas bajen. Y, en tercer y último lugar, pero no menos importante, hay un caos de tráfico brutal. Però exagerado,eh?
Bueno, que nos hemos ido a ver dos templos. Uno chiquitín con un dragón enorme ( Ling guang Pagoda) otro mucho más grande e incluso turistico (Ling Phoc Tempel). Y también el gran buda de Oro, es decir un Buda de unas dimensiones considerables a lo alto de una pequeña colina

Hemos comido un bocata de huevo rápido mientras reservamos billetes de bus pues una chica nos ha comentado que lleva atrapada en Da Lat 3 días al no haber buses hacia donde ella va. Así que hemos comprado los de mañana para ir hacia Mui Ne.
De camino al centro ha empezado a diluviar y hemos tenido que parar un poco junto a las motos pero enseguida ha parado y hemos decidido ir a la Crazy House.
La entrada cuesta 60 VND por persona y lo que se puede ver en su interior es todo un laberinto de escaleras que se cruzan, que van de un lado a otro. Una arquitectura completamente diferente y única. Bonito? Igual no. Diferente es la palabra que más se asemeja. Podríamos comparar o nos podría recordar a la arquitectura y pinturas de Gaudí y Dalí.
La familia empezó a construir ésta casa en 1990 y nunca ha acabado de construirse. Sigue aumentando terreno y alberga pequeñas tiendas, un coffe shop e incluso habitaciones de hotel!!
Después de ésta parada, hemos ido a ver un mirador que no valí mucho la pena y, seguidamente nos hemos acercado a las famosas cascadas de Dalant pero el acceso estaba cerrado.
Ya estaba oscureciendo así que hemos bajado al night market para cenar temprano porque estábamos cansados y hambrientos y luego, de vuelta al hostal, no sin antes comprar algo de desayuno.
Una ducha de agua caliente, un buen rato buscando transporte para los primos días y a dormir. ( Hoy nos tapamos hasta con edredón).