Hoy es el último día en el crucero.
Ayer noche llovió mucho y no tenía manera de avisar a Cris para decirle que, muy posiblemente no podríamos ver el amanecer. No obstante, habíamos quedado a las 5:30 a.m en la azotea y debía asistir.
Cuando suena el despertador, intento hacer el menor ruido posible para no despertar a Óskar aunque tengo clarísimo que lo he despertado…
Salgo de la habitación descalza, el suelo del pasillo exterior está mojado por la lluvia y todo el camino hasta arriba está empapado. Me encuentro a Cris, sentada en una silla esperándome. Sabia que estaría ahí. Hablamos un rato, sabiendo mutuamente que las dos teníamos claro que no veríamos el amanecer pero habíamos quedado y somos personas de palabra.
El cielo está tapado. Se entrevé alguna clariana pero sabemos que no podremos ver como sale el sol. A lo lejos, en otros barcos, vemos gente que ha tenido la misma idea que nosotros, esperando ver el amanecer en la Bahía de Halong. Sin duda, hoy no era el dia. Ayer perdimos la oportunidad.
Volvemos al cabo de poco a las respectivas cabinas. En el barco comienza ha haber movimiento. Los trabajadores se desplazan, hacen ruido, se oyen varias bocinas, gente aseándose… Ya no vamos a poder dormir. Oskar está despierto, aunque ambos intentamos volvernos a dormir pero es imposible.
A las 7:30 empieza el desayuno y a las 8:15 bajamos para ir a ver una cueva (si, otra cueva). Ésta la descubrieron unos pescadores y comían caracolas, por eso todo el suelo está lleno de ellas.
Volvemos al barco. Llueve. Así que tras hacer las mochilas y sacarlas de la habitación, subimos al comedor donde jugamos al parchís con la lluvia de fondo y el paisaje cambiante al ritmo del motor del barco.
A las 10:45 nos dan de comer nuevamente. Vamos a salir rodando. Por suerte, no és una comida copiosa. A las 11:30 ya estamos en el puerto, esperando el bote que nos lleva hasta la orilla para más tarde coger el autobús que nos llevará hasta Hanoi. Nos despedimos de Yon con rumbo hacia Ninh Binh.
Durante el trayecto de unas 4 horas, el bus hace una pequeña parada para ir el baño y seguimos el recorrido. Antes de entrar a Hanoi, nos despedimos de Oskar. Una despedida un tanto fugaz en medio de la carretera y en el culo del autobús. Tiene un taxi esperando para que lo lleve al aeropuerto. Nosotras tenemos aún 6 días más por Vietnam. Un abrazo y un «hasta pronto». Volvemos a estar sola las tres.
Llegamos a Hanoi y previamente pasamos por la oficina para pagar el crucero. Al hacerlo con targeta nos hacen un recargo del 3 %.
Llegamos al hotel donde dejamos las cosas y descansamos un poco pues fuera está cayendo un fuerte chaparron. Cuando por fin amaina, salimos a pasear por las calles del barrio en el que estamos (la zona comercial) y entramos a algunas tiendas de camisetas y chaquetas North Face/Nike/… Acabamos callejeando por el mercado nocturno y cenamos algo antes de volver al hotel.

Mañana cogemos un bus a las 6:45 (desde el mismo hotel) con dirección a Ha Giang. Nos esperaran unas 6 horas de trayecto.