Anoche, las vecinas de la habitación contigua se quedaron agusto hablando y gritando hasta tarde. Y a las 5’20 de la mañana han vuelto a la carga así que nuestra noche ha sido regulinchi.
A las 8:00 estábamos abajo esperando para desayunar pero no ha sido hasta las 8:30 que nos han traído un par de pancakes, una banana y un huevo frito. A las 9.00 ya estábamos en marcha para empezar nuestra aventura.
La ruta hoy ha sido espectacular, por unos caminos y unas vistas impresionantes. Nos hemos podido hacer fotos chulísimas y hemos tenido la suerte de que el día estaba bastante despejado y hemos tenido sol la mayor parte del día. Verdes montañas, aldeas con niños correteando y pequeños pastores con sus cabras se cruzaban en nuestro camino.

Ha habido un tramo que estaba en obras y el recorrido ha sido mucho más lento, sorteando baches, piedras y otros obstáculos, aún así se ha hecho entretenido aunque el calor apretaba fuerte al mediodía.
Tras hacer una parada para comer, hemos seguido la marcha hasta el Homestay donde nos hemos cambiado para ir a una pequeña cascada a refrescarnos y sobre las 17:30 volvíamos para ducharnos y descansar un poco antes de la cena.
A las 19:30 hemos cenado conjuntamente en unas mesas arran de suelo y, para no irnos a la cama tan temprano hemos ido a dar una pequeña vuelta por los alrededores.
De vuelta al Homestay para asearnos y descansar para mañana, que es el último día de vuelta en moto.