El primer día empieza a las 6:30, con la musiquilla del despertador y las ganas de iniciar esta aventura. Nos vestimos, recogemos todo y bajamos a la zona de recepción donde hay unas mesas para prepararnos y comernos unos gigantescos bocatas. Aun es de noche cuando empezamos a pedalear (7’45h, sí, somos un poco lentos…) pero el sol se ve a lo lejos y en breve nos alcanza.
Salimos por el carril bici que va pegado al mar para luego enlazar con una autovia apta para ciclistas. En San Fernando giramos hasta Chiclana de la Frontera y, a partir de ahí, enlazamos con carreteras secundarias que pasan por urbanizaciones de gente adinerada, zona costera y un paisaje cambiante, entre el azul del mar y el verde de las montañas.

En Zahara del atún, paramos a reponer fuerzas. Llevamos 83km y son las 12 del medio dia. Aun nos quedan 65 km para terminar la etapa así que, seguimos el camino, atravesando una zona de parque eólico y, cuando llevamos ya 104km, vemos por primera vez en todo el recorrido señalética de la Eurovelo 8. En 100 km no habíamos visto ninguna así que nos ponemos contentos.
El camino pasa de ser carretera secundaria con subidas y alguna que otra bajada, por una pista firme y apta para nuestras bicicletas de carretera (no de gravel). El paisaje es increible y se respira paz. No hay nada más que nosotros y la naturaleza a nuestro alrededor.
El calor empieza a apretar y con él las subidas. Despues de «Los Barrios» llega una fuerte pendiente, que se nos hace larga y dura. Finalmente llegamos a Taraguilla, lugar dónde teniamos reservada una habitación.
Ducha, descanso y paseo hasta el super. Finalmente, más descanso, recoger y preparar las cosas para mañana, cenar la ensalada que hemos comprado y pronto a dormir.
Mañana, si todo va bien, llegamos a Málaga.