Son las 7 de la mañana cuando suena el despertador. Con pereza nos vestimos y recogemos las cosas. Bajamos alforjas, las montamos y desayunamos como gordas.
Al sacar las bicis, empieza a lloviznar y, encima, me doy cuenta de que mi rueda delante está pinchada. Manos a la obra. Sacamos la rueda, cambiamos cámara, un poco de aire y como nueva.
Hoy llega Sira y su bicicleta está en la central de Seur, a unos 13 km del centro de Oporto, así que vamos en su búsqueda. Aparte, el camino pasa justo por delante.
Son las 9.40 cuando llegamos, a ella le acaban de entregar la caja, así que entre las tres, acabamos de ajustarla y nos ponemos de camino.
Ya no llueve, el dia está muy tapado pero se está bien. Seguimos las flechas y vamos saludando alegremente a peregrinos que encontramos por el camino. Todos van a pié (por qué será?).
Pasamos por caminos de barrizal, adoquines por doquier y pistas aslfatadas.
En Barcelos, cuando ya llevamos 55 km, nos empieza a llover así que decidimos parar a descansar y comer algo. Fuet y pan en mano y pa dentro!. La lluvia parece que no cesa, así que decidimos optar por carretera para no quedarnos atrapadas en el barro.
La lluvia nos empapa, subidas largas y algunas bajadas merecidas pero el frio de la lluvia no nos deja disfrutarlas.
Paramos en un taller a que arreglen un tornillo del portaequipages de Sira (un chico majisimo que no nos ha cobrado nada) y en menos de 10 km llegamos a Ponte de Lima, donde buscamos el Albergur público (5euros),nos instalamos y duchamos.
Sale un poco el sol, aprovechamos para ver el pueblo e ir a comprar la cena. Una ensalada y arroz!
Mañana el dia pinta peor que hoy. Veremos como lo superamos