Día 2. Batu caves y llegada a George Town


Hoy tenemos día movidito, pero vamos, no creo que sea muy diferente al resto de todo el viaje, jejeje…

A las 8 nos levantamos, vestimos y recogemos. Nos devuelven la fianza que dejamos para la llave de la habitación y vamos dirección al monorail para volver a la estación de tren central.

Dejamos las mochilas en la consigna de equipaje, nos cuesta 50 RM (11,5euros las tres maletas). Las consignas son muy modernas, funcionan automáticamente con una foto que te hacen y se paga con targeta de crédito.

Hemos comprado los billetes de tren para ir a la Batu Caves y comprado algo de bollería en un supermercado para desayunar. A las 9’50 salía el tren y tras 35 minutos llegamos a la última parada.

Las famosas Batu Caves són cuevas que estan en una formación rocosa enorme. Són una especie de centro de peregrinación. Había bastante gente aunque más bien parecían Indios!! Había monos por doquier y hemos tenido que subir 272 escaleras hasta llegar a lo alto de una de las cuevas, con sus enormes estatuas de dioses de colores.

Entrada de 272 escalones para la primera Batu cave

También había pequeños templos multicolor, pavos reales sueltos y una mezcla de olores diferente.

A las 12’10 debíamos coger el tren de vuelta hasta la estación central, para llegar a las 12’45, sacar las mochilas, ir al baño, comer y estar a las 13’25 en el bus. Aunque parezca difícil, lo hemos hecho, no nos ha sobrado tiempo pero hemos podido con todo. El bus es fantástico. Limpio y ancho. Nada que ver con los de España. Aquí hay 3 asientos por fila, de esta manera el espacio que hay por silla es mucho más cómodo!

A las 2 horas y poco hemos hecho una parada de 20 minutos para tomar algo, ir al baño y estirar piernas hasta nuestra llegada a Penang. En la estación hemos cogido el bus 102  que nos ha llevado hasta la estación de George Town y de ahí hemos caminado unos 15 minutos hasta el hotel, que está en pleno centro.

Seguidamente hemos salido a conocer un poco la zona, aunque ya era tarde y oscurecía temprano, así que en cuando nos hemos cansado, hemos parado en un puesto ambulante  a comprar unos palitos de pollo y cangrejo frito para cenar y, también, garbanzos y fruta.

Cenadas, de vuelta al hotel para ducharnos y descansar. Mañana toca madrugar!

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